Pólen
¿QUÉ ES EL PÓLEN Y PARA QUÉ LO USAN LAS ABEJAS?
El polen es una sustancia que se asemeja al polvo, es la célula germinal masculina producida por diversas plantas con flores. En realidad sólo podemos llamarlo polen cuando está en flor. Según la botánica un grano de polen apícola, amasado por una abeja, mide aproximadamente 0,002 pulgadas de diámetro y cada bolita recolectada por una abeja contiene entre 100.000 y 5.000.000 unidades de polen, dependiendo de la especie botánica.
Para cosechar y transportar el polen, la abeja aporta sustancias salivares y los acumula en los cestillos de sus patas. Después de ese proceso el polen es UN GRANO DE POLEN APÍCOLA.
Una vez que la abeja agrega a este grano de polen agua, néctar y propóleos, acumulándolos en las celdillas del panal, dónde se fermenta con la ayuda de hongos que proporcionan nuevas sustancias enzimáticas y vitaminas, convirtiéndolo en PAN DE ABEJA.

El Pan Abeja es un alimento que producen las abejas, para alimentar a las crías, a las abejas más jóvenes y un ingrediente esencial para la jalea real, siendo una importante fuente de proteínas.
POLEN, UNA FORMA SENCILLA DE BENEFICIAR NUESTRO ORGANISMO
El polen, más acertadamente los granos de polen apícola, es un pequeño tesoro alimenticio del que cada vez se descubren más sustancias nutritivas. Su compleja composición contiene valiosas enzimas, vitaminas y minerales que hacen de él un complemento ideal para reforzar el sistema inmunológico. Algunas de sus múltiples propiedades son:
– Potenciador del sistema inmunológico.
– Regenerador de micro-tejidos musculares.
– Regulador del tránsito intestinal.
– Apenas necesita digestión, por lo que es absorbido por el cuerpo rápidamente.
– Natural energizante, indicado para estados convalecientes, fatiga o cansancio.
– Favorece el buen funcionamiento del hígado.
– Posee efecto corrector en altos niveles de colesterol.
– Da buenos resultados en problemas de la menstruación o trastornos de la menopausia asociados a inflamaciones de estos tejidos, así como de la próstata o incluso de las vías respiratorias.
– Mejora la concentración y la memoria y la motivación en general, siendo especialmente apropiado para los ancianos.
El consumo de polen se debe de hacer siguiendo los siguientes consejos:
- No superar la media cucharadita al día para niños mayores de un año. Y hasta tres para adultos. Facilita su consumo el añadirlo a zumos o el yogurt. Aunque se absorbe mejor en ayunas.
- Tomarlo por la mañana. Esto reducirá además la apetencia de alimentos dulces durante el día y aprovecharemos al máximo la energía que nos aporta.
- Para conservar todo su valor nutritivo. Se aconseja guardarlo en un lugar oscuro, preferiblemente en la nevera o congelador.